En el húmedo agosto la tristeza
inunda la memoria y la esperanza,
oculta como en una adivinanza
se esconde la ilusión de una promesa.
Siempre es difícil el camino cuando empieza
debes estar atenta a los desvíos,
y rechazar los turbios amoríos
que solo quieren enfermarte la cabeza.
Tendrás que decir no, para ser fuerte
y vencer alguna vez tu propia suerte
que como un barco de papel no se resiste.
Y sin llegar a su mágico destino
se deshace en el medio del camino,
y al corazón que espera deja triste.
un poema de camino que no deja huella en la arena ni en el mar, pero sí en el corazón; un crucifijo como encrucijada vertical, como las palmeras al viento
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