sábado, 31 de octubre de 2015

Presente

Regálame una rosa recién bordada
sobre el fino tesoro de tu cintura
y en tu risa morena y enamorada
regálame los versos de tu hermosura.

Dame cada mañana, cada suspiro
cada tarde de sol, cada día nublado
cuanto cambian las cosas cuando te miro
porque cuando te miro, todo es soñado.

No quiero más que eso ni menos que tenerte
no hay distancia ni tiempo que me impidan quererte
por más dolor que sienta en cada despedida.

Porque al irme ya pienso en como volver a verte
desconociendo al alma, feliz con esa suerte
de tener este amor, para toda la vida.


1 comentario:

  1. un bello soneto que me recuerda al "No me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que me tienes prometido ... tú me mueves, Señor, muéveme el verte..."

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